martes, 28 de julio de 2009

Paco Meralgo, tapas adictivas

Paco Meralgo
c/ Muntaner, 171 (chaflán Còrsega)
08036 Barcelona
Tel. 34 93-430.90.27

Como "alta taberna" se publicita este restaurante que pertenece al grupo de los restaurantes L'Olivé, Vinya-Roel, Barceloneta y Tuset, y que se encuentra, precisamente, donde antes estaba el primero de ellos. Otro día hablaré de L'Olivé, que es el que conozco mejor. Pero hoy toca Paco Meralgo porque sus tapas crean auténtica adicción en quien las prueba.

El local está decorado de forma minimalista, con madera clara, bastante acogedora. Mesas altas con taburetes también altos, y barras a lo largo de las paredes y en la parte central. Una buena distribución que no agobia y que, además, permite mantener una zona para fumadores, ya que el restaurante está dividido en dos, de forma casi simétrica, con una parte de cocina y la zona de las barras centrales como línea de separación.

Lo primero que llama la atención al entrar es el bullicio de los camareros. Se dan indicaciones entre ellos de una punta a otra del restaurante, anuncian en voz bastante alta algunos platos recién cocinados (luego explico cuáles), agradecen a coro las propinas y, sobre todo, establecen relaciones bastante divertidas con los clientes: les hacen bromas simpáticas, charlan con ellos cuando les conocen un poco... Bueno, hay días en que están más callados que otros, pero cuando tienen el día movido pueden resultar realmente graciosos y nunca les he oído ningún comentario ofensivo.

Aunque tienen todo tipo de comensales, predomina la clientela fiel y también de cierto nivel adquisitivo. Hay bastante bronceado de yate calzado con náuticos, y parejas de cierta edad típicas del Eixample. Pero también comen allí algunas familias con niños, grupos de parejas jóvenes o de amigos, bastante normales todos. La clientela de la noche es diferente de la del mediodía, claro, y yo conozco sobre todo esta última. En todo caso, casi siempre está bastante lleno y es prudente reservar con cierta antelación si se quiere encontrar mesa y no esperar para comer en la barra.

La razón de esta variedad está en lo muy diferente que puede ser el precio de la comida según lo que se pida. Por supuesto, te puedes llegar a gastar mucho dinero si te dedicas a pedir tapas de su excelente marisco. Pero también puedes comer por un precio razonable (unos 35 euros por persona) si te decantas por algunos otros platos que no tienen nada que envidiar al marisco. Croquetas de jamón y pollo o de marisco, esqueixada de bacalao (excelente, como la que ofrecen en todos los restaurantes del grupo), boquerones fritos, montadito de steak tartar, ensaladilla rusa, virutas de alcachofa rebozadas y fritas y setas salteadas (en temporada), carpacio de atún, dados de solomillo a la pimienta o al ajillo... Y los postres, otro tanto: tienen unos pastelitos borrachos deliciosos, y también preparan torrijas (o tortas de santa Teresa como las llaman ellos). La verdad es que una vez que lo pruebas, no puedes dejar de volver.

Hay un detalle más. Los domingos, además de preparar paellas riquísimas por encargo para llevar a casa, van cocinando diferentes tipos de exquisitos arroces (de pescado, de carne, de verduras...) que ofrecen a los comensales en minirraciones a medida que los tienen listos, con un máximo de pedidos. Cuando ya se han atribuido a los clientes todas las tapas de que da de sí un determinado arroz, se cierra el ofrecimiento y a esperar el siguiente. Una idea excelente para comer un poco de arroz y que siempre esté en su punto.

Lo dicho: crea adicción.